Una terrible organización fue lo que evidenció el certamen Reina Jala 2024. Un evento que prometía ser lo más interesante de la Feria del Elote Jala 2024 fue una decepción brutal
JALA.–
El certamen Reina Jala 2024, que prometía ser uno de los eventos más destacados de la Feria del Elote, resultó ser una decepción total debido a una serie de errores organizativos que dejaron mucho que desear. Junior Lomelí, encargado de la coordinación de reinas para esta edición, ha sido duramente criticado por la mala organización del evento, que dejó insatisfechos tanto a los asistentes como a los medios de comunicación.
El pasado 19 de julio, durante una rueda de prensa, Lomelí aseguró con firmeza que el certamen daría inicio puntualmente a las 9:00 p.m., independientemente de quién estuviera presente. Sin embargo, la realidad fue muy diferente, ya que el evento comenzó casi una hora y media después de lo previsto, lo que generó descontento entre los asistentes que esperaban con ansias el inicio del certamen.
Otro punto que generó controversia fue el tema de la lluvia, un factor que no podía ser ignorado dada la temporada. A pesar de que Lomelí aseguró que se habían tomado todas las precauciones necesarias y que, en caso de lluvia, el evento sería trasladado al auditorio, esto nunca sucedió. En lugar de eso, el certamen se llevó a cabo bajo una intensa lluvia, dejando a la mayoría de los asistentes empapados y sin la posibilidad de disfrutar plenamente del espectáculo.
Mientras que los invitados de honor se encontraban cómodamente resguardados bajo un toldo, el resto de los asistentes tuvo que soportar las inclemencias del clima, lo que evidenció una falta de consideración y previsión por parte de los organizadores. Esta situación generó un gran malestar, especialmente entre los medios de comunicación, quienes, durante el evento, se sintieron desairados por el trato descortés de otros funcionarios del gobierno, como el regidor Jerry Monfra y la tesorera municipal Rosy Delgado.
En resumen, lo que debía ser una noche de gala y celebración, se convirtió en una muestra de la terrible organización y falta de respeto hacia los asistentes y los medios. A pesar de las circunstancias, las participantes del certamen lograron destacarse con su esfuerzo y dedicación, pero esto no fue suficiente para opacar la evidente falta de profesionalismo de Junior Lomelí y su equipo.
Es claro que, para futuros eventos, se necesita una mayor preparación y un equipo con la capacidad y la inteligencia necesarias para llevar a cabo un certamen de esta magnitud. Los funcionarios involucrados deben recordar que su papel como servidores públicos implica, ante todo, un respeto hacia la comunidad y hacia aquellos que contribuyen a dar visibilidad a estos eventos.
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