La agresión ocurrió la mañana del 20 de mayo en la alcaldía Benito Juárez, donde fueron asesinados Ximena Guzmán Cuevas, secretaria particular de la jefa de Gobierno, y su asesor José Muñoz. El crimen ha desatado reacciones de indignación entre autoridades y sociedad civil.
CIUDAD DE MÉXICO.-
La mañana de este Martes 20 de mayo, un ataque armado terminó con la vida de Ximena Guzmán Cuevas, secretaria particular de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y de su asesor José Muñoz. El hecho ocurrió en el cruce de Calzada de Tlalpan y la calle Napoleón, en la colonia Moderna, alcaldía Benito Juárez, cuando las víctimas se trasladaban en una camioneta.
De acuerdo con el comunicado oficial difundido por Brugada, ambos colaboradores fueron atacados directamente por sujetos que se movilizaban en una motocicleta. Uno de los agresores disparó a quemarropa contra el conductor y después contra Guzmán, quien iba en el asiento trasero. Las cámaras de seguridad de la zona registraron parte del ataque, y ya están siendo analizadas por las autoridades para dar con los responsables.
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“Con profunda tristeza me permito informar lo siguiente”, escribió Brugada en su cuenta oficial de redes sociales. “El Gobierno de la Ciudad de México informa que lamentablemente perdieron la vida durante una agresión directa la secretaria particular de la jefa de Gobierno, Ximena Guzmán, y José Muñoz, asesor, en la Calzada de Tlalpan y la calle Napoleón, en la colonia Moderna”.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Ciudadana ya investigan el crimen en coordinación con autoridades federales. En una primera declaración, las autoridades señalaron que no descartan ninguna línea de investigación, aunque se presume que el ataque fue planeado y dirigido específicamente contra las víctimas.
Ximena Guzmán Cuevas, de 42 años, era economista egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Su carrera en el servicio público comenzó en el ámbito social, donde destacó por su compromiso con la equidad de género, el desarrollo urbano y los derechos humanos. Desde hace varios años, trabajaba de cerca con Clara Brugada, primero en la alcaldía Iztapalapa y posteriormente en el gobierno central.
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El asesinato ha causado una fuerte conmoción tanto en el ámbito político como entre la ciudadanía. Funcionarios de distintos niveles de gobierno han expresado su indignación y exigido justicia. La propia presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció al respecto y ofreció respaldo institucional para resolver el caso y castigar a los responsables.
“No habrá impunidad”, aseguró Brugada. “Desde el Gobierno de la Ciudad de México enviamos condolencias a sus familiares y seres queridos, además de garantizarles que contarán con todo el apoyo necesario”.
El modus operandi del crimen —un ataque directo en plena vía pública, con uso de motocicleta y armas de fuego— ha hecho que expertos en seguridad consideren que se trata de una acción de tipo profesional. Algunos analistas no descartan una posible relación con intereses políticos o con grupos delictivos que operan en la capital.
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En la zona se desplegó un importante operativo de seguridad, mientras peritos realizaban el levantamiento de evidencias. También se colocaron filtros de revisión en entradas y salidas estratégicas de la alcaldía Benito Juárez. Se espera que en las próximas horas se den a conocer avances en la investigación.
Este crimen revive la preocupación por la violencia contra funcionarios públicos en México, y pone en el centro del debate la urgencia de garantizar condiciones mínimas de seguridad para quienes desempeñan cargos sensibles.
La muerte de Ximena Guzmán Cuevas representa una pérdida significativa para la administración de Clara Brugada y deja un vacío entre quienes trabajaban más cercanamente con ella. Amigos, compañeros y familiares la recuerdan como una mujer comprometida, leal y profundamente dedicada al bienestar de los ciudadanos.
La exigencia es clara: justicia para Ximena y José. Y sobre todo, que este crimen no quede impune.
