Derechos LGBTQI+ en Latinoamérica: pese a leyes de inclusión en algunos países, la región sigue registrando altos niveles de violencia, exclusión y discursos antiderechos.
CIUDAD DE MÉXICO.-
Violencia, discriminación estructural, pobreza e invisibilización. Estas son las palabras que más se repiten al hacer un balance de los derechos LGBTQI+ en América Latina, a pocos días de conmemorarse el Día Internacional del Orgullo LGBTQI+, el próximo 28 de junio.
Organizaciones como Caribe Afirmativo y ILGALAC (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe) han advertido sobre el preocupante retroceso en el respeto y garantía de los derechos de la población LGBTQI+, y señalan un entorno cada vez más hostil para esta comunidad.
Asesinatos y violencia sin freno
“La mayor preocupación en la región es una violencia homicida creciente, frente a la cual el Estado no previene ni sanciona, lo que debilita la acción colectiva del movimiento LGBTQI+”, explica Wilson Castañeda Castro, director de Caribe Afirmativo.
Solamente en 2024, los asesinatos registrados en México, Brasil, Colombia, Perú y Honduras alcanzan casi mil casos, lo que confirma a América Latina como la región con mayor proporción de homicidios contra personas LGBTQI+ en el mundo.
En México, entre 2013 y 2022, al menos 784 personas LGBTQI+ fueron asesinadas, según datos de la organización Letra S. Las mujeres lesbianas y personas trans son las más afectadas, reveló un informe de ILGALAC.

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Pandillas, crimen y represión
En países como El Salvador y Honduras, el control territorial de pandillas ha utilizado la orientación sexual o identidad de género como motivo para cometer extorsiones, ataques y asesinatos. A ello se suma la represión estatal y el abandono institucional, agravando la vulnerabilidad de las personas LGBTQI+.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estima que la esperanza de vida para personas trans en la región es de solo 35 años, comparada con los 75 años de la población general.
Excluir y empobrecer: otras formas de violencia
Más allá de la violencia física, la población LGBTQI+ también enfrenta una exclusión sistemática de derechos fundamentales, como educación, salud, empleo y acceso a justicia. “Cuando se puede vivir, se vive con precariedad por los altos niveles de pobreza”, resume Castañeda Castro.
Conservadurismo, religión y política
“Uno de los mayores desafíos actuales es resistir los embates de grupos conservadores y gobiernos antiderechos que intentan revertir avances legislativos y sociales”, advierte Ari Vera, cosecretaria de ILGALAC, desde México.
En la misma línea, Leandro Pietro, investigador en Argentina, señala una preocupante tendencia regional hacia discursos que culpan a la población LGBTQI+ de una supuesta degradación del modelo tradicional de familia. “Nos están usando como chivo expiatorio de los males económicos y sociales”, subraya.
Progresos legales en algunos países
A pesar del contexto general adverso, algunos países han logrado avances significativos. “Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay lideran la región en legislación favorable, especialmente en matrimonio igualitario e identidad de género”, destaca Pietro.
También existen leyes contra la discriminación y delitos de odio en Bolivia, Cuba y Ecuador, aunque su implementación aún presenta desafíos.
En contraste, naciones como Guatemala, Paraguay, Perú, El Salvador y Venezuela no muestran avances legislativos significativos y, en algunos casos, retroceden en materia de protección de derechos.
Más desafíos que conquistas
El balance general muestra que, aunque existen logros legislativos aislados, el contexto social y político actual tiende al retroceso. “La historia es movimiento, y las minorías lo saben bien”, concluyen activistas, recordando que los avances logrados pueden perderse rápidamente si no se defienden con firmeza.
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