Una estructura monumental construida con más de 300 millones de conchas de moluscos por la civilización totorame
NACIONAL.-
Ubicada en el municipio de Escuinapa, Sinaloa, la pirámide de El Calón es una estructura arqueológica única en México, construida con millones de conchas de moluscos. Este monumento fue descubierto en 1968 por el arqueólogo estadounidense Stuart D. Scott, quien exploraba las marismas y terrenos pantanosos de la región. Aunque es una de las estructuras menos conocidas del norte de Mesoamérica, su importancia cultural y arqueológica es incuestionable.
La pirámide se erige aproximadamente 30 metros de altura y tiene dimensiones de 100 metros de largo y 80 metros de ancho. A simple vista, podría parecer un cerro natural cubierto de vegetación, pero un análisis más detallado revela su construcción exclusiva con conchas de moluscos, principalmente de la especie conocida como pata de mula, además de ostiones, almejas, callos de hacha y caracoles. Se estima que fueron utilizadas cerca de 300 millones de conchas para su edificación, las cuales se recolectaron en su mayoría vivas, lo que sugiere que no eran restos de alimentos sino materiales especialmente seleccionados para la construcción.
Los Totorames, un pueblo prehispánico que habitó la región desde el sur del río Piaxtla en Sinaloa hasta el río Santiago en Nayarit, son los responsables de esta obra. Se estima que la construcción de la pirámide se llevó a cabo entre el año 1750 a.C. y el 750 d.C. Este pueblo, conocido por su dedicación a la pesca, recolección de moluscos y extracción de sal, construyó El Calón como un espacio sagrado destinado a rituales de fertilidad, según el arqueólogo mexicano Luis Alfonso Grave Tirado. Se cree que en este sitio los sacerdotes realizaban ceremonias y ofrendas a los dioses para asegurar una pesca abundante y la prosperidad de la marisma, fundamental para el sustento de la comunidad.
El nombre «El Calón» podría derivar de «Callihuey,» que en náhuatl significa «casa grande,» reflejando la magnitud y el propósito del sitio. A pesar de su importancia histórica y cultural, El Calón no es fácilmente accesible para el turismo. Para visitarlo, es necesario viajar desde Culiacán hasta Escuinapa, un trayecto de 302 kilómetros, y luego recorrer 19 kilómetros adicionales para llegar a las marismas. Desde allí, es preciso alquilar una lancha para navegar por los manglares y alcanzar la pirámide, que permanece como un testimonio silencioso de una antigua civilización y su relación con el medio ambiente.
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