Tras cinco años, la Laguna de Santa María del Oro recupera su color turquesa, un fenómeno natural que encanta a locales y visitantes.
SANTA MARÍA DEL ORO, NAYARIT.-
En un retorno lleno de asombro y belleza, la Laguna de Santa María del Oro exhibe nuevamente su tonalidad turquesa, un espectáculo natural que no se contemplaba con tanta intensidad desde hace aproximadamente cinco años. Las imágenes captadas en fechas recientes muestran un lago vibrante, cuyos matices entre verde, azul y turquesa reavivan el orgullo local y llaman la atención de quienes buscan conectarse con la naturaleza en su máxima expresión.
El fenómeno —esperado por muchos y sorprendente para algunos— es resultado de factores naturales como la limpieza del agua, las condiciones de luz, la composición mineral del fondo lacustre y el estado del ecosistema acuático. La conjugación de estos elementos crea una paleta espectacular que distingue a esta laguna como un verdadero tesoro natural del municipio.
El H. XLIII Ayuntamiento de Santa María del Oro, bajo el liderazgo del presidente municipal M.C.V.Z. Rodrigo Polanco Sojo, ha invitado a la población y a visitantes a admirar este espectáculo de la naturaleza, pero también a participar activamente en su cuidado. En un comunicado oficial, la administración municipal hace hincapié en que eventos como este son efímeros y requieren del compromiso de todos para preservarse.
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Un fenómeno que inspira respeto y cuidado
No se trata solo de admirar una vista espectacular: este cambio en el color del agua nos recuerda la fragilidad de los sistemas naturales. Las causas del fenómeno pueden incluir:
- La claridad del agua, reduciendo la presencia de sedimentos o partículas suspendidas.
- Variaciones en la composición mineral, que pueden influir en la forma en que la luz se refracta y colorea el agua.
- Factores climáticos como la intensidad solar, temperatura y niveles de oxígeno disuelto.
- La salud biológica del ecosistema, incluida la flora y fauna acuática, que puede favorecer una mejor transparencia.
Dado lo delicado del equilibrio natural, las autoridades locales exhortan a evitar actividades que puedan alterarlo: vertidos inadecuados, contaminación, uso indiscriminado de productos químicos cerca de la laguna o descuido en la basura. La protección del entorno lacustre es una responsabilidad compartida entre gobierno, visitantes y comunidades locales.
Turismo renovado y compromiso social
El renacer de la tonalidad turquesa tiene un impacto positivo en el turismo local: atrae a amantes de la naturaleza, fotógrafos, ecoturistas y visitantes ávidos de experiencias visuales únicas. Este fenómeno se convierte en un motivo más para que Santa María del Oro reciba visitantes que contribuyen a la economía local mediante hospedaje, gastronomía, actividades recreativas y compra de artesanías.
No obstante, el turismo debe ser sustentable. Las autoridades están planeando acciones que regulen el acceso, promuevan buenas prácticas y garanticen que la belleza del lugar no se degrade con el tiempo. Se esperan módulos informativos, señalética clara y rutas de visita que minimicen impacto ambiental.
Invitación abierta y responsabilidad colectiva
El ayuntamiento ha extendido una cordial invitación:
- Disfrutar de la laguna durante este momento único, respetando horarios, reglamentos y recomendaciones oficiales.
- Compartir la experiencia con conciencia, difundiendo mensajes de cuidado y preservación.
- Participar activamente en acciones de limpieza, difusión de buenas prácticas y protección del entorno.
Este espectáculo natural es una oportunidad para reforzar el sentido de pertenencia y conservación de un patrimonio que nos define. La Laguna de Santa María del Oro vuelve a brillar como un espejo turquesa, recordándonos la importancia de preservar cada rincón natural que nos distingue.

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Con este evento natural, el municipio reafirma su compromiso con la naturaleza y su vocación como destino turístico. Que este renacer turquesa se convierta en una llamada colectiva para cuidar, respetar y disfrutar nuestro entorno con responsabilidad.