La suspensión de la controvertida ley del hiyab en Irán marca un gran giro significativo en la política del país, donde por años se ha impuesto el uso obligatorio del velo islámico a las mujeres.
IRAN.-
La Seguridad Nacional de Irán anunció la suspensión temporal de la ley que obligaba a las mujeres a usar el hiyab en espacios públicos, una medida que había sido aprobada por un Parlamento dominado por sectores conservadores. Esta decisión fue confirmada por el presidente del Parlamento, Mohamed Bagher Ghalibaf, lo que representa una victoria parcial para los sectores reformistas y los movimientos de mujeres.
La noticia fue divulgada por la agencia Europa Press, que citó a la Secretaría del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, organismo que notificó por escrito que “la ley del hiyab no se promulgará por el momento”. Este consejo tiene la autoridad constitucional para suspender o revisar resoluciones tanto del Parlamento como del Ejecutivo.
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La normativa suspendida incluía multas severas, pérdida de acceso a servicios públicos y hasta penas de cárcel para mujeres reincidentes que se negaran a cubrirse el cabello. Su aplicación había generado un amplio rechazo social, en especial tras las protestas desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022.
El caso que marcó un antes y un después
Mahsa Amini, una joven kurda iraní, falleció mientras estaba detenida por la llamada Policía de la Moral, acusada de no llevar correctamente el hiyab. Su muerte causó indignación internacional y provocó protestas masivas bajo el lema “Mujer, Vida, Libertad”, que aún resuenan en las calles iraníes.

En medio de ese clima de tensión, el presidente reformista Masud Pezeshkian expresó reservas sobre la ley. No obstante, el Parlamento mantuvo una postura firme, defendiendo que la imposición del hiyab es una forma de proteger los valores islámicos frente a lo que califican como “influencias occidentales”.
Gesto de liberación en la televisión francesa
En un acto simbólico que coincidió con la suspensión de la ley, la activista Henda Ayari se quitó el velo en vivo durante una emisión del programa francés Salut les Terriens. Ayari explicó que fue un gesto personal de liberación, tras años de vivir bajo un sistema de control vinculado al salafismo y a su exesposo.

Este gesto fue celebrado por diversas organizaciones de derechos humanos como una muestra del empoderamiento femenino y la resistencia contra normas que restringen la libertad individual.

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Un paso, pero no el final
Aunque la ley fue suspendida, su eliminación definitiva aún no es un hecho. Las tensiones entre sectores reformistas y conservadores siguen marcando la política interna iraní. Además, los mecanismos de vigilancia en espacios públicos, como las cámaras de reconocimiento facial, continúan operando en algunas ciudades.
Por ahora, la decisión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional representa un respiro para muchas mujeres iraníes, pero también plantea interrogantes sobre el futuro del movimiento feminista en ese país.
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Esta suspensión se da en un momento clave para Irán, donde la presión internacional y el activismo local han logrado visibilizar la lucha por los derechos de las mujeres. Diversas ONG y voces del exilio han destacado que, aunque la ley fue pausada, la estructura de control social sigue activa, por lo que insisten en mantener la atención sobre el tema y seguir promoviendo reformas legales que garanticen libertades fundamentales.